Al igual que en años anteriores el Ateneo de Teología dedicó el mes de octubre a un programa misionero
Todo comenzó el 25 de septiembre en El Soto del Real donde se celebraban las XLVI Jornadas de Teología en El Soto (Asociación Cultural La Najarra) donde acudió el Director de OBRAS MISIONALES PONTIFICIAS, don José María Calderón, para presentarnos el programa elaborado para la próxima celebración del DOMUND. Ese día pudimos ver el vídeo que se había elaborado para este año en el que el Padre Juan Ángel Artiles Roberto, misionero claretiano en Indonesia y Timor Leste, explicaba la razón de ser de la MISIÓN que él mismo realizaba dando mucha importancia a los Sacramentos pues se habían encontrado con personas que vivían alejados de los Sacramentos por mucho tiempo … desde esta página web y a través de este relato os invito a ver el vídeo y a escuchar a nuestro misionero claretiano.
Días después en el Ateneo de Teología nos encontramos un buen grupo de sacerdotes muy jóvenes y de jóvenes promesas que se encaminan al sacerdocio que junto a don José María Calderón estuvimos hablando del espíritu misionero que siempre ha encarnado la Iglesia en España y que nos ha repartido por todo el mundo; también cuando realizamos cortos programas de Misión que tienen la denominación de voluntariado como el que llevó a don Manuel Díaz y a don Álvaro González a encontrarse nuevamente con las Misioneras de la Caridad de la Santa Madre Teresa de Calcuta, en Etiopía, junto con jóvenes de la diócesis de Segorbe-Castellón que es donde trabajan.
¡Empezamos nuestro encuentro misionero!
El Padre ESTEBAN -¡no os lo perdáis!- lleva ya años en Sanghai. Para él va la primera de nuestras preguntas: ¿por qué la Iglesia necesita misioneros?; nos responde: “todos somos parte de la Iglesia. La Iglesia es misionera. Sin misión nos reduciríamos al refrán ‘que cada santo soporte su vela’. Personalmente yo he aprendido y crecido mucho en Sanghái y Taiwán; eso sí, a menudo con mucha valentía y coraje".
¿Por qué hace falta ser misionero? A esta pregunta nos contestan GLORIA Y PABLO, un joven matrimonio - ¡y tan joven! -: llevan una semana saboreando su enlace en el Sacramento que se ha cumplido en ellos; nosotros aquí estamos súper encantados de que hayan venido a acompañarnos cuando otros así se recorren medio mundo: ¡Gracias!. “Solamente hace falta que Dios te llame a la Misión, lo demás Dios te lo dará. Nosotros nos vamos a Tanzania, no sabemos si podremos, si aguantaremos, o si seremos capaces: lo único que sabemos es que, si realmente hemos sido llamados a la Misión, Dios nos dará la fuerza y todo lo necesario”.
¿Qué aporta ir de misión? El Padre ÁLVARO que estuvo en Etiopía, ya por dos veces, el año pasado como seminarista y este año ya siendo sacerdote -¡enorme emoción la de las Misioneras de la Caridad que le recordaban tanto!- nos responde: “a mí personalmente como sacerdote me ha aportado el poder rezar y celebrar con otra cultura, con otras costumbres, pero que se abren voluntariamente al conocimiento de Dios. He podido acompañar a abuelos, niños, ayudar en las labores diarias, he podido tratar a los demás como ellos hacen con el misionero. Yo lo reduciría al simple hecho de estar con los misioneros”.
¿Qué es lo que crees que más se necesita del misionero? Ahora es ANWAR que estuvo en Sierra Leona quien nos contesta y nos dice: “en primer lugar la parte previa a la Misión es importante para forjar al misionero, y después la parte de vivencia es cuando te das cuenta que no necesitan nada. Caridad no es llevar regalos o alimentos o estudios. La mayor caridad para ellos a menudo es sentirse acompañados”.
PREMIOS OBRAS MISIONALES PONTIFICIAS
Don JOSÉ MARÍA CALDERÓN cuenta que este año se ha entregado el premio BEATA PAULINE JARICOT (se otorga a un misionero que se lo merece) a la hermana Milagros García, religiosa adoratriz y misionera en Cabo Verde desde hace seis años. Allí las adoratrices ofrecen atención psicosocial a mujeres y adolescentes víctimas de explotación sexual, tráfico humano, prostitución y violencia de género a través del proyecto KREDITA NA BO.
Y el premio BEATO PAOLO MANNA (se otorga a personas o instituciones que se hayan comprometido con la sensibilización misionera y apoyo a los misioneros desde la ‘retaguardia’) a Radio María: recogió el premio su director Luis Fernando de Prada, quien reconoció que es humanamente ‘incomprensible’ que nacidos de una “antena parroquial, hoy emitimos en cinco continentes y llegamos a mil diócesis”.
EXPERIENCIAS
El Padre ESTEBAN en Sanghái, vive en una gran ciudad de 25 millones de habitantes, 150.000 católicos, 145 iglesias (templos, lugares de Culto católico) y 92 presbíteros donde se permite que al menos 5 sean de fuera del país. Nos contó: “Yo mismo estuve detenido siete veces en tres años y con interrogatorios de de cuatro y siete horas, sin parar y bastante agresivos. Lo que más he temido durante mi Misión en China era mi expulsión por colaborar con presbíteros chinos clandestinos. Llegué a decirle a mi Obispo, mi momento ha llegado y tengo que abandonar China. Cuando ya me disponía a marcharme, los que me perseguían (funcionarios del gobierno) me dijeron: usted no se puede ir de China, usted nos gusta, usted habla chino, ama a China. Les contesté: "a mi me da igual gustarles o no, a mi me da igual haber aprendido chino, pero una cosa no cabe duda: yo amo a China. Porque un misionero ama la tierra que pisa en Misión, más que la propia”. Las comunidades católicas en China tienden a ser pequeñas, aunque la Fe está muy extendida, “Dios da la gracia y yo no renuncio a mi país y mi sangre, pero yo mando en mi corazón y lo doy a quien quiero y lo he dado a China”.
GLORIA Y PABLO: la vocación misionera brotó a temprana edad en Gloria al ver a sus tíos volver de la Misión, y se les quedaba mirando y escuchándoles todo lo que contaban. Era ahí, con esa ilusión y alegría con la que sus tíos contaban les vivencias del misionero, como desde niña Gloria quiso entregarse a la Misión.
La de Pablo fue más tardía, pues, aunque siempre sintió admiración por los misioneros, y por las personas que entregan todo, hasta su vida, en bien de los demás, él nunca se animó a llegar a hacer lo mismo, ¿nunca?, hasta que conoció a Gloria.
El Padre ÁLVARO, no es la primera vez que va de Misión, esta última fue a Etiopía, allí con la Hijas de la Caridad fue donde este sacerdote llegó cual fuego divino enviado por el Espíritu Santo a la Misión. Una vez allí, y prestándole unos aldeanos una motocicleta para moverse por los poblados vecinos, celebraba Misa, se levantaba a las cinco de la mañana para rezar con las hermanas; y una vez que había rezado ayudaba a preparar el desayuno para los niños y los ancianos de la zona. Visitaba escuelas donde enseñaba idiomas, informática, geografía … ¡a los niños les encanta la tecnología! Y añadía: “poder salir de tu zona de confort es siempre algo positivo”.
El Padre GERARD (Côte d’Ivoire) es curioso como nuestro misionero enseña desde lo más sencillo, como comienza una Misión: “la Misión siempre comienza a ciegas; piensas que vas a construir, a enseñar, y cuando llegas todos tus planes se tumban”. L’abbé Gerard nos contó que en África Central todo se expresa bailando, cantando, pues la música es un lenguaje universal. Es curioso que teniendo una liturgia tardía para ellos, la Misa sea lo más básico y principal. No es fácil llegar a Costa de Marfil y ponerte a misionar, pues es una cultura protocolaria; así pues, una vez reciben tus credenciales has de pasar por oficinas gubernamentales, eclesiásticas, municipales (cada una con su respectivo protocolo) y, cuando lo has pasado todo, África te abre sus brazos como si de un hermano te tratases. "Después de un primer contacto con la gente - muy hospitalaria, eso sí - cuando ven a un europeo, te lo dan todo. Ellos no quieren tesoros, sólo quieren una cosa: que les ayudes en cuestiones muy elementales, sencillas y cotidianas. No sólo como ayuda para ellos, sino también como aprendizaje para ti". Esto mismo lo corroboraba don JOSÉ IGNACIO ANDRÉS afirmando sobre la vivencia que habían tenido un grupo de voluntarios para la MISIÓN que viajaron desde El Casar (Guadalajara).
Volvemos a encontrarnos esta vez con un grupo más numeroso de sacerdotes. Don JOSÉ MARÍA CALDERÓN es quien dirige en esta ocasión la meditación del retiro mensual. Escuchamos atentos. España sigue siendo el país que más misioneros aporta a la Misión: más de 7.000 misioneros repartidos por todo el mundo; y sigue siendo el segundo país que aporta más recursos materiales en forma de ayudas económicas o subvenciones de algún tipo que llegan a los misioneros necesitados como están para el desarrollo de la Misión.
También estuvo presente en nuestra reunión don VICTOR GONZÁLEZ. Él estuvo de Misión en Argentina y más en concreto en la Parroquia de Itatí, en la diócesis de Lomas de Zamora. “Una vocación misionera tiene su origen, como todas las vocaciones en el Corazón de Dios, que tiene un designio y una misión pensada para cada uno de nosotros. Jesucristo, para llamarnos y que podamos seguirle, se sirve de instrumentos y de circunstancias concretas que van moldeando nuestra vida espiritual; y el Espíritu Santo prepara y forja nuestro corazón para que respondamos con generosidad a la llamada. Así llegué a mi destino para la Misión”.
"¡AY DE MÍ! SI NO EVANGELIZARE" (Cfr. 1 Cor. IX, 16)
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